

En el interior cobran protagonismo las grandes alturas de los espacios que ocupan el salón y la cocina junto con las estructuras de acero inoxidable y vidrio de las plataformas de acceso a las terrazas de la planta alta. Los acabados elegidos combinan el blanco de las carpinterías con el tono antracita de la solería. Los sanitarios de los baños son piezas singulares que ponen de manifiesto el cuidado dedicado a la decoración de cada rincón de la vivienda.
Como continuación al salón, ya en el jardín, se ha planteado una piscina desbordante con acabado en gresite blanco que se integra perfectamente con el módulo principal de la vivienda y da una apariencia muy interesante a la lámina de agua. Los amplios huecos en las fachadas proporcionan un importante aporte de luz natural y permiten disfrutar de las espectaculares vistas del entorno.