
La cuidada estética del local es otro de sus grandes atractivos. Todas las instalaciones de la fábrica pueden disfrutarse desde cualquier punto, aportando con sus elementos en acero inoxidable el toque industrial. Una gran barra de aspecto antiguo sirve como elemento de conexión con la sala. Está formada por encimera de roble macizo y varias pilastras del mismo material que enmarcan un alicatado blanco en formato cuadrado sobre el que cobra protagonismo la marca Cruzcampo.
El uso de materiales artesanos y acabados de alta calidad son signos del cuidado que se ha prestado a cada uno de los detalles. Algunos ejemplos de ello son el microcemento y la tarima de madera maciza para el suelo, los pilares revestidos con azulejos esmaltados a mano – serie Zellige del fabricante artesano Mosaic del Sur- o el ladrillo tosco para algunos paramentos.
El mobiliario de la sala aporta el toque más actual con piezas diseñadas a medida y que, junto con una cuidada iluminación decorativa, generan una agradable sensación de confort.